Torca de Juanín, Asturias

El día 8 de agosto nos dirigimos a la tan deseada Torca de Juanín, situada en una gran dolina de la loma de Carraspión en el municipio de Oceño, Asturias, aparcamos a unos 50m de la torca, la pista se encuentra en muy buen estado.

El equipo estaba formado por Manolo, Marisa, Carla, Jordi, Vicent y yo misma.

Unos días antes estuvimos planeando el material necesario para la salida, que no era poco, aunque ya la habíamos estudiado antes cosa que nos facilitó la labor. Teníamos claro que el equipamiento estaría viejo y oxidado, llegando a ser escaso y con bastantes naturales. Todo un rompecabezas para instalarlo.

La Torca de Juanín tiene un desnivel total de 333m y un recorrido de 1.100m, nosotros sólo visitamos la Sala Azul llegando a un desnivel de 180m, ya que no teníamos claro el acceso a la Sala Blanca y la cantidad de material necesario para llegar ahí.

Instalé el primer tramo de la cavidad, empezando por el primer pozo aéreo de 11m al cual se llega por un corto pasamanos de spits. En la base del pozo hay una pequeña rampa descendente dónde está la continuación por el pozo de 15m arrampado. En ese punto hay que montar un pasamanos hasta la cabecera, sitio donde aparecieron los spits oxidados e inservibles, por lo que había que precisar de naturales para seguir descendiendo. Superado este pozo y sin descanso nos plantamos en el pozo de 23m, que en su tramo final es aéreo. Para este pozo lo más recomendable es montar un par de desviadores, uno de ellos natural y el otro en un spit (cuesta ponerlo para los de pata corta). En ese punto terminé con la cuerda de 50m y empecé con la otra de 60m.

Despúes del P23, hay un par de resaltes de 5m, en los que hay que pendulear bastante para llegar a las cabeceras. Cómo la mayoría de spits estaban en muy mal estado y había que hacer péndulos, opté por duplicar cabeceras para distribuir mejor la carga y no estropearlos más. Un vez superados los resaltes nos encontramos en la gran repisa, dónde se escoge la vía que se quiere hacer: la Vía Normal o Mojada o la Vía de las Señoritas. Ahí mismo hay una cuerda muy vieja de barco a modo de pasamanos para los que accedan por la otra vía mucho más fraccionada. Nosotros optamos por la Vía Normal para evitar llevar tanto material, ya que no éramos un grupo muy numeroso.

La Vía Normal tiene cabecera de spits y de parabolts del 8, aunque en estos sólo está el tornillo sin chapa. Aquí pasó Vicent para instalar el gran pozo aéreo de 65m, el cual fraccionó a 28m con un spit (muy recomendable fraccionar). También hay que tener mucho cuidado con la caída de piedras, ya que el acceso a la cabecera hace un poco de pendiente y todo lo que arrastra el agua de la torca llega ahí, formando una falsa repisa de arena y piedras muy susceptible de caerse. De hecho con el petate me cayó una piedra que impactó sobre Vicent mientras estaba fraccionando, tuvimos suerte que la piedra se rompió antes y llegó en pedazos, pero el susto fué gordo.

En la base del pozo y por una estrecha ventana contínua el pozo de 23m, el cual también recoge todas las piedras del pozo de arriba. Este es quizá el pozo con el peor equipamiento de la cavidad, ya que escasean los spits y los que hay son de «mírame y no me toques». De hecho en varios puntos había roces inevitables, aunque moviendote con cariño no eran un peligro. Para el pozo de 65 y el de 23m usamos una cuerda de 100m, que llegó más bien justa a la base; mejor llevar una cuerda de 20 para asegurar el tiro.

Situados en la Galería de la T, usamos las cuerdas fijas para salvar las rampas resbaladizas, primero ascendentes y luego descendentes. Sorpresa la nuestra al final del pasamanos, dónde se terminó la cuerda y la unieron con unas cintas industriales que se usan para los cercos del ganado, digno de ver.

Para terminar con las verticales sólo quedaba el pozo de 12m, en el que hay que fijarse muy bien para encontrar el spit a modo de desviador en mitad de la colada; nosotros no lo vimos y pusimos un desviador natural con un buen péndulo. Usamos una cuerda de 35m para este tramo. El resalte de 5m lo descendimos sin cuerda, ya que no era difícil de sortear, llegando así a una gran sala con bonitas formaciones. Allí paramos a comer algo y echarle un vistazo a la Sala de la Inundación, de grandes dimensiones, con la marca del agua a unos 4m del suelo. Por desgracia los gours estaban secos y algunos de ellos reventados por abajo.

Retrocedimos y nos fuimos en dirección norte para proseguir por unas galerías de techo bajo muy bien adornadas hasta llegar a la E4 y el P3 instalados en fijo (más o menos en buen estado.). Andando cómodamente llegamos a la Galería de la Medusa -preciosa no, lo siguiente!- y seguimos hasta encontrar el pozo de 14m, con una instalación aún más precaria, ya que la cabecera es completamente volada y sale de un techo, en el que hay que tirar de pedaleta para salir. Usamos una cuerda de 20m.

La base del pozo es la Sala de la Confluencia, llamada así por el pequeño aporte de agua que se suma al río que íbamos siguiendo (en estiaje es apenas un hilillo de agua). Seguimos el curso del agua hasta que se cuela por un meandro que se abre en en el suelo, sinuoso y estrecho. Para mayor comodidad nos quitamos el equipo de progresión y empezamos a batallar por ahí dentro (15kg de material fotográfico no ayudan a la progresión). Puede que para personas de gran tamaño sea un paso limitante y pasen mucha angustia, ya que son 40m muy estrechos.

¡Por fin, la esperada Sala Azul! Me encantó llegar de las estrecheces, asomar la cabeza entre bloques y sorprenderme una formación azul delante de mi cara. Cuando levanté la cabeza y la giré, fué cuando aluciné más, viendo una sala preciosa adornada de principio a fin y con toques azulados en diversos espeleotemas. Lo más curioso es que con menos luz, las formaciones más azules se aprecian. Cómo no, Vicent empezó a sacar la artillería fotográfica para inmortalizar ese momento. A parte de las formaciones azules por el carbonato de zinc, hay que fijarse en los techos repletos de caprichosas excéntricas blancas, grises, marrones, etc, Escribiendo esto, estoy deseando volver a entrar y llegar hasta la remota Sala Blanca, ¿que misterios habrá allí?

Después de un buen rato por la sala, nos dispusimos a salir, desinstalando Carla y yo la torca. La actividad supuso 10 horas para un equipo de 6 personas, llevando todo un petate de equipo fotográfico. A parte de las cuerdas que he ido comentando, llevamos 40 chapas de spit, 40 mosquetones y unas 15 cintas.

Gracias equipo por hacerlo posible 🙂

Volveremos!

 

Sarai

 

 

10 comentarios sobre “Torca de Juanín, Asturias

  1. Thank you for the memories that come flooding back from the expedition that discovered the cave and especially the Blue Room

    Richard Matthews
    ex Reading University Caving Club and now living in Perth Australia

      1. It would be very interesting to see those slides! Due to the difficulty of entering the photographic material through the meander, there are no current photos of these rooms.
        Sarai

  2. Congratulations on your trip and on the fantastic photographs.

    My last trip down there was in c1983 when three of us from Kingswood Caving Group visited the Blue Room. The trip including rigging and derigging took about 14 hours but was well worth it. It sounds like quite a few people have visited since then and left junk and old rope in there which is a shame.

    I was the first person to cross the White Room which was quite a thrill! The route from the Blue Room is narrow with much sharp calcite and a particularly challenging squeeze as I remember it. I was full of admiration for my colleagues who first got through.

    Good luck with your continuing exploration.

    1. Thank you for your comment. Finding that room must have been an incredible moment! We have to return soon to see and photograph the White Room. As we have read it is beautiful and difficult to find. Regards my friend.

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