El día siguiente de Henne Morte, nuestro objetivo era otra de las clásicas travesías del sistema, Gouffre des Pyrénois- Grotte de Pène Blanque.
Situación
En la aproximación a Pyrénois también tuvimos un pequeño despiste, pensando que la entrada de la travesía era por Pène Blanque, y en verdad era más bien al revés… No hay nada cómo un buen bonus track por la mañana!
Sino quieres pasear más de la cuenta, la aproximación cuesta unos 20 minutos y el retorno 45 minutos. No hay combinación de vehículos. El paisaje está repleto de vegetación y la niebla del bosque le da un toque místico muy especial.
Descripción
La entrada por Gouffre Pyrénois es una pequeña diaclasa, la cual tiene equipado en fijo una cuerda para sortear un resalte de 3m seguido de uno de 5m. Después de los resaltes y a través de un pequeño paso llegamos a la cabecera del pozo de 8m, al que le sigue otro pozo de 15m. Por momentos dudamos en qué pozo estavamos, porque en verdad estan todos seguidos y las medidas descritas no terminan de cuadrar.
El pozo de 20m supuestamente termina en una repisa, aunque está no es nada cómoda, ya que estas colgado del pasamanos equipado en fijo. Es en este punto, es dónde empieza el P30. En la diminuta repisa ya se intuye que hay un gran volumen al fondo, pero no es hasta que baja Vicente que nos confirma su inmensidad. El pozo de 30m, en verdad es la parte superior del Pozo Martine de 130m de grandes dimensiones. Un pozo con vistas al patio! Este termina cuando ves la gran repisa que divide el pozo, en la cual hay un largo pasamanos. Para acceder a él hay un buen péndulo, sin peligro alguno, porque en todo momento vas volando por esa inmensa sala.
En la gran repisa, el pasamanos continúa ascendiendo por la inclinada cresta de 15m. En este punto la travesía se vuelve ascendente, en realidad Pène Blanque está muy cerca de Pyrénois y el desnivel total es de 37m.
Seguimos en la parte superior de la sala pegados a la pared derecha hasta que encontramos el P10, en verdad una resbaladiza rampa.
En adelante encontramos algunos resaltes equipados en fijo (algunos en muy mal estado, mucho cuidado!). En general progresamos por una gran diaclasa ascendente, en la cual hay desfondes de techo y pequeños tramos de caos de bloques. Pudimos observar algún espeleotema, aunque la mayoría de ellos en estado fósil.
Llegamos a las últimas cuerdas de la travesía, las cuales también están en fijo y en estado regular. Descendemos el Puit de la Jonction de 12m y luego subimos entre unos bloques hasta ver el Tobogan, una fácil trepada de 10m.
Por acabar, un laminador que va reduciendo sus dimensiones hasta llegar a la preciosa salida por Pène Blanque, que se compone de dos grandes agujeros colgados en medio del enorme lapiaz.
Aquí no termina la cuerda, ya que la cueva está elevada en el exterior y hay que seguir descendiendo por un par de destrepes muy resbaladizos de unos 15m aproximadamente en total.
Luego para el retorno hay que ascender pegados por la pared izquierda, siguiendo el empinado sendero. Cuando llegamos al cuello, entonces bajamos por el sendero pasando el cruce de Pyrénois hasta llegar al coche, en poco más de 45 minutos.
El equipamiento de los pozos es bueno y sus pasamanos en fijo también. La zona intermedia de la travesía, dónde hay pequeñas escaladas y destrepes, es la zona que peor están el equipamiento y las cuerdas fijas. La tirada máxima de cuerda es de 30m, así que la longitud máxima debería ser de 60m. No presenta problemas en época de lluvias, como mucho los pozos regados.
La travesía nos costó unas 2h, la verdad que fue muy cortita, pero muy intensa! Lo más impresionante es el P30 con vistas de P130, esa sensación de volar en el vacío oscuro… Aún puedo recordarlo!
El día siguiente queríamos visitar la travesía Gouffre de Burtetch- Grotte de Riusec, así que nos desplazamos al inicio del track para dormir ahí. Para nuestra sorpresa había 1:30h de pista de tierra estrecha y mojada, con un total de 18km. Por poco volcamos la furgoneta por pisar un palmo fuera de la pista, así que tan pronto pudimos paramos, que fue a escasos 3km del punto de inicio. Esa pista mojada es muy peligrosa, mejor ir con vehículos altos y a poder ser 4×4. Valoramos el tiempo que disponíamos al día siguiente para realizar la actividad y decidimos dejarlo para otra salida, ya que la pista le sumaba mucho tiempo a la vuelta a casa.
La verdad que las cavidades fueron muy bien, pero el exterior para nada. Nos fuimos pensando que Francia no nos quería! Esperemos que la próxima vez nos vaya todo rodado y Félix Trombe nos deje ver su gran sistema sin incidencias.
Cómo siempre el gran equipo es lo que hace que todo tome valor, no hay que olvidarlo jamás! 🙂
Sarai