El día 14 de agosto teníamos intención de visitar Cueva Cañuela y hacer unas fotos, pero cuando paramos a hacer un café nos encontramos con nuestro querido amigo Ionel y nos invitó a ir al Soplao de Txomin IV. Así que rápidamente cambiamos el plan y nos fuimos hacía allí Carla, Jordi, Vicent, Ionel, Isabel y yo misma.
La mina Txomin se sitúa en Lanestosa, provincia de Vizcaya, en la que se extraía blenda y galena (plomo) durante los años sesenta. El acceso es por pista y está en buen estado, excepto el tramo final.
Recorrimos parte de la mina hasta llegar al pasamanos que da acceso al soplao entre unos bloques. Allí empezó la instalación de la sima por parte de Ionel, quién la conoce muy bien. Instaló el pasamanos descendente hasta llegar al P20, en la base del cual hay una buena repisa antes de acometer el pozo de 110m. Allí empezaremos a ver varios espeleotemas, entre ellos un gour que hay que cruzar, también podemos ver a través de una pequeña ventana el pozo de 235m paralelo.
El equipamiento son spits, algunos parabolts y clavos antiguos (que no usamos) en buen estado, pudiendo fraccionar cada 20m aproximadamente. Al principio las instalaciones son aéreas, luego ya vas tocando pared. Hay que tener cuidado porque en algún punto se producen pequeños roces, ya que justamente los spits para fraccionar o desviar están en mal estado, con una buena gestión del péndulo no son un problema. La última tirada vuelve a ser aérea, de unos 40m aproximadamente.
El pozo es espectacular y está muy adornado, en la base apreciamos su magnitud viendo a los compañeros colgados en la pared. La base es un gran caos de bloques y cascotes mineros, subiendo la rampa podremos asomarnos a ver la continuación del gran pozo de 235m, impresionante!
Siguiendo los hitos entre los bloques llegamos a la cabecera del P18, dónde ya pudimos apreciar formaciones blancas en la pared. En la base hay que meterse entre los bloques y pasar un par de estrecheces para llegar a la Sala Blanca a 174m de profundidad.
Con mucha precaución recorrimos la sala, contemplando cada bello rincón siempre respetando el balizado. Para bajar a la parte inferior de la sala y ver el pequeño lago, es mejor andar a lo lejos por los bloques, porque el suelo de delante del lago está repleto de gours blancos, que puede, en un tiempo se laven con el agua y vuelvan a cobrar vida si nadie los pisa. Además de respetar el balizado solo es necesario el sentido común para ver donde no se ha de pisar.
Después de un buen rato en la sala nos dispusimos a salir, desinstalando Vicente y yo.
Una cavidad muy bonita, con un gran pozo repleto de formaciones y una bella sala blancas de excéntricas.
Gracias Ionel por dejarnos compartir estos momentos, nos encantó hacer espeleo juntos de nuevo! Isabel, un placer conocerte, tienes mucho por contar malagueña.
Jordi que no sabies on anaves! Estavem separats i no t’escoltava dir res, però quan em vaig donar compte ja estaves baix en una sonrisa de pam a pam, entre nervis i felicitat. Toma pou, el primer i no l’últim!
Sarai
Magnific.
Uauu.
Espectacular